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sábado, 26 de febrero de 2011

REVIEW: DOCTOR WILL SEE YOU NOW ( Dr Who, House MD)

Hay un valor que primero América y luego el resto del mundo ha perdido, y sobre el cual quisiera reflexionar hoy.

La excentricidad.

Hubo una época en que todo el mundo tenía un tío chalado, coleccionaba sólo mariposas azules, o leía comics. En los años 20, no había nada menos cool que ser igual a otros: las europeas llegaban a plantarse una gallina viva en el peinado o a dejarse uñas de diez centimetros solo para ser únicas y especiales, el "look" principalmente para distinguirse. para ser DIFERENTES.
Hoy en día le tenemos pánico a todo lo que sea diferente. Miedo a lo excéntrico, a lo no normal, a lo extraño y grotesco, retorcido o distinto.
Estas dos series celebran la extrañeza y la freakiness de sus héroes, y su desafío a los cánones establecidos. Y enfatizan la soledad que conlleva la excentricidad, pero como dijo Elphaba en Wicked, si el precio del amor es la conformidad, es un precio demasiado alto...

DOCTOR WHO: EL ALIEN CON CORBATA DE LAZO.

Soy un zorro completamente ignorante. Una vez aclarado eso, podemos continuar con el siguiente review, el cual va a versar en la serie más longeva del mundo,la cual me fue ( deleitosamente) presentada a mí hace muy poco, y me ha traído una cantidad de risas y buenos momentos que no tenía desde la quinta temporada de los X Files.

Es... el hecho que sea imposible explicar porqué es atrapante es parte de su encanto. Verán, el Doctor es un alien, un Time Lord, que vaga por el espacio y protege a la tierra en un estilo no muy diferente a cualquier superheroe. Usa una cabina de teléfono policial de los 60, cambia de forma cada vez que su cuerpo/host muere, esta completamente mal de la cabeza y el Universo es su campo de juego.
Suena bizarro, no?
Pues lo es. Oh sí que lo es. Uy que sí que lo es.



Matt Smith representa al Doctor número 11, flaco como un palo, desgarbado y narizón, con una cantidad de pelo indescrptible y una bocaza enorme. Karen Gilliam es Amy/Amelia Pond, su compañera de aventuras.
No había visto ni un solo episodio, ni tenía la menor idea de la serie, hasta que encontré el primer episodio de la quinta temporada, el primero con Matt Smith como el Doctor.
La verdad, había elegido verla por los guionistas, los mismos que nos sorprendieron con Sherlock.
A los quince minutos estaba pegada como una ventosa a la pantalla. Tiene algo de Narnia, y tiene algo de Alicia, cuando la huérfana clásica, en vida aburrida rural inglesa, lo que es un cliché si alguna amante de las Bronte y Spry como yo alguna vez leyó uno, se encuentra con la caja telefónica del Doctor en su jardín.

Tiene mucho de cuento de hadas cuando el Doctor aparece, tiene serios problemas para comer, habla más locuras que la liebre de Marzo y le promete a Amelia llevarla a " todas partes".

Y tiene poesía la espera de Amy/Amelia, así como su paciente aceptación de lo Desconocido encarnado en el Doctor.Todo esto ocurre mientras pataleas de la risa por los brillantes diálogos, y la brillante actuación del muy histriónico Matt Smith. Ni convencionalmente guapo ni sexualmente atractivo, Smith actúa como una marioneta sorprendentemente buena, haciendo aún más impresionantes sus salidas de inesperada humanidad y emoción o sus toques de grandeza al llevar el manto del Doctor. La acción y diversión son adrenalínicas,la dirección de arte deliciosa, los efectos variados entre los asombrosos y los setenteros, y en general, es un soplo de aire fresco, aun considerando los cuarenta años de la serie y los 907 del Doc. ( de hecho, Cullen, el Dr objeta al crush de Amy por la diferencia de edad: aprende, hijo)

La serie es pura ciencia ficción, pero de la ciencia ficción setentera con que, como en Miss China ( Spirit of Wonder) se basa en el concepto de que la ciencia puede ser más divertida que cualquier fantasía. Viajes estelares, ballenas espaciales, aliens, ángeles, vampiros, peces parlantes, revueltas temporales, pasados, futuro, presente y más presentes, y todo servido por el más extraño anfitrión de todos: en una de sus mejores frases, el Doctor apeló directamente a mí/Amy Pond en su aventura:

Amy: Pero ya crecí!
Doctor: No te preoupes... arreglamos eso en un minuto!

Volví a tener doce años y lo disfruté como nunca. Gracias, Doctor ;) Ven a buscarme en tu caja/caseta/Tardis cuando quieras...

Amy: 12 años! 4 psiquiatras! Estaba convencida que eras sólo un loco con una caja!
Doctor: Amy, es muy importante que comprendas, y tu vida puede depender de ello, es que soy un loco con una caja. * sonrisota*

La música es refrescante, y mezcla muy bien lo siniestro con lo vaudelvilesco y lo emocional con lo trepidante. Los valores de producción son variados, pero nunca burdos, y si algunas metáforas de hacen algo pesadas o aparece alguna moraleja con crayón, pueden estar seguros que o no es lo que parece, o el Doctor la hará mas liviana en su inimitable estilo.

Vincent: Pero no estás armado!
The Doctor: Lo estoy.
Vincent: Con qué?
The Doctor: Mucha confianza, y mi destornillador... estoy absolutamente listo.

Gracias por el paseo, Doc. Y por recordarme mi verdad favorita:

Doctor: Iremos a cualquier parte, donde tú quieras, con una sola condición... tiene que ser absolutamente asombroso!!
Un gato blanco con manchitas, las manchitas sólo por la dificultad de pillar la serie, por algunos efectos que dejan que desear y la falta de disponibilidad de las otras temporadas. Ojalá pudiera conseguirlas todas...

Doctor: Oh, la caja... Amy, soñarás con la caja. Nunca te dejará... Grande y pequeña a la vez, increíblemente vieja, absolutamente nueva, y del azul mas puro y brillante...

Lo siento Doc. Hay un azul más brillante, y esos son los ojos del siguiente Doctor, Mr Hugh Laurie.

DR HOUSE: EL AMARGADO DEL BASTÓN.

Porque los ingleses serán tan jodidamente buenos actores, qué pasó, se comieron a Christpher Marlowe o a Laurence Olivier?!



Tuve el honor de ser una de las pocas en atrapar el primer episodio de House en su paso por el Universal, alla en un verano en que mi living tenia losetas y aun así no se aguantaba el calor. House me mantuvo pegada a la tele hasta el final, boquiabierta. Boquiabierta porque trabajo en un hospital ( y Dios sabe que los hospitales en la vida real se parecen mucho más a Scrubs que a ER, o Dios nos salve a todos de eso, Grey's Anatomy) sino porque House era una serie atrevida, bocona, bien escrita y con uno de los personajes más totémicos y poco correctos de todos los tiempos.

Dónde estaba el héroe? Lo que teníamos aquí era una especie de Holmes, sin faltarse su Watson/Wilson, y su equipo sumerguidos en casos interesante incluso para alguien que como yo, trabaja en eso, y más allá de uan puesta en escena muy profesional, sin errores detectables en el manejo médico, algo en lo que ER por Dios que metía la pata a veces.

El grupo de actores de apoyo era bueno ( Chase, Cameron y Foreman) o muy bueno ( Cuddy, Wilson). Pero House era, y es, Hugh Laurie: una gran mente que se ha comido un gran corazón que a veces aún late, pero sobre todo unod principios inamovibles y una energía conmovedora en alguien tan exhausto y maltratado por la vida. House tiene una gran boca, es cierto, pero eso no lo hace menos adalid de la medicina; y su capacidad para saltarse problemas éticos, morales y sociales con la simple, científica diferenciación entre una célula viva y una muerta, entre el hambre y la satisfacción, entre la verdad y las mentiras, es lo que conmueve y te hace ponerte de su lado.

House se esfuerza en darle a todos sus paciente slo que él no tiene: una vida buena. Una vida sin dolor si es posible, sin enfermedad si es posible, sin detenerse en su búsqueda feroz de la solución del problema. Y si podemos empatizar con sus pacientes mientras House se enfoca sólo en la casuística del caso, no hace eso aún más estoica su actuación, negándose incluso la comodidad de involucrarse y recibr afecto y apoyo de sus propios enfermos y equipo?
House es un maldito bastardo, pero cualndo alguien esté peleando por mi vida quiero que sea un tramposo y feral luchador que esté dispuesto a cualquier cosa por mí. Y ése es House.

Qué se siente ser Scrooge, el Grinch, el bicho malo de la familia? No cansa ser el villano? No es brillante explorarlo?

No es inquietante pensar que él tiene razón, y somos unos tontos ilusos que creemos en el amor, la sociedad y la decencia?



Sus romances me han dejado poco interesada, si bien su afecto por Cuddy brillaba con química desde el episodio uno, así como su obvioa fecto por Wilson. Como un niño, House parece tender sus lazos y tironearlos solo para estar seguro que no se romperán; y es un testimonio de su personalidad que sus amigos estén dispuestos a tolerar tanta, tanta, pero tanta tontera. Las relaciones en su equipo, a pesar de la belleza de Olivia Wilde o el carisma de Jesse Smith, no son siempre tan interesantes, excepto quizá en el caso del realista y exquisitamente guionizado Dr. Taub ( Peter Jacobson) vive ni más ni menos lo que vive cualquiera en una profesión como ésta.

Go House. Hugh Laurie, por favor, quédate en la serie otras tres temporadas y danos más de tus momentos-House. Y gracias por hacer a los científicos sin corazón sexys.


Un gato manchado para House, principalmente por la disparidad de calidad en algunos episodios y la inclusión de la estrangulable Amber Tamblyn. Pero quiero más de esto...

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